La mejor forma de resolver los conflitos interpersonales es a través del dialogo. Cuando hemos sido lastimados por alguien a quien apreciamos, debemos conversar sobre el problema con esa persona, de forma que aclaremos todo inmediatamente y no demos oportunidad a que se desarrolle en nosotros el rencor y la falta de perdón.
Si el otro nos importa, no debemos ser indiferentes ante su condecta pecaminosa, por su bien y el nuestro. Ese diálogo debe estar caracterizado por la humildad y el amor, de manera que no afloren arrogancias, acusaciones y ofensas, sino que reflejemos una voluntad real de que la relación se restaure y que el ofensor corrija su mal proceder.
Tambié es necesario que la correción se haga en privado, y sin contarle a otros previa yposteriormente sobre la conversación, a fin de evitar los chismes. Cuando asumimos la actitud que Dios nos aconseja, debemos esperar que la otra persona, si es temerosa de Dios, lejos de alejarse de nosotros, valore aun más su relación con nosotros, loo que fortalecerá el amor que el Señor quiere que manifestemos siempre.
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