El presidente Leonel Fernández ratificó su compromiso con la democracia de los pueblos de América y reclamó la vuelta a la constitucionalidad en la República de Honduras, donde el presidente Manuel Zelaya fue destituido y desterrado del país mediante un golpe de Estado militar hace doce días.
Fernández recibió a Zelaya en el Palacio Nacional con los honores correspondientes a su alta investidura de presidente constitucional de Honduras.
El mandatario dominicano estuvo acompañado por los funcionarios de su gabinete, el alto mando militar y policial, y más de mil empleados del Estado que llenaron las escalinatas frontales de la Casa de gobierno para dar la bienvenida y vitorear al visitante.
“La vuelta de Zelaya al gobierno elegido por el pueblo de Honduras es una cuestión de principios y legitimidad”, proclamó Fernández, minutos después ante los medios de prensa nacionales y extranjeros, junto al depuesto gobernante centroamericano.
Fernández precisó que cualquier negociación que se lleve a cabo con el gobierno de facto hondureño debe hacerse sobre la base de la fijación de una fecha para el retorno a la constitucionalidad y de Zelaya al poder.
Asimismo, reiteró su repudio al golpe de Estado en Honduras y enfatizó que no se puede permitir que se consolide esta situación en Honduras, porque podría producirse en cualquier otro país de América Latina, y advirtió que “nos veríamos expuestos a una situación convulsa y de ingobernabilidad”.
Manuel Zelaya arribó a Santo Domingo el viernes pasado a las 6:30 de la mañana, se hospedó en el Hotel Santo Domingo, y a las 9:00 llegó al Palacio Nacional, donde lo esperaban Fernández y su gabinete.
El presidente de Honduras viajó desde Costa Rica. Vino al país para pedir a su homólogo dominicano que lo represente en la XV Cumbre de Países no Alineados, que se inaugura el próximo miércoles en Egipto, y a la cual Zelaya dijo que había sido invitado. “Entregué un documento al presidente Fernández para que lo lea en mi nombre en la Cumbre de los No Alineados”, reveló.
“Mi visita corresponde a una invitación con el fin de planificar un poco las posiciones de Honduras frente al cónclave de Países No Alineados.
Nosotros teníamos esa misma invitación, pero, lógicamente, por estos problemas que estoy atendiendo en forma inmediata no voy a poder asistir a Egipto”, sostuvo.
Zelaya agregó que aunque no esté presente, Fernández presentará una carta y una posición firme y clara sobre la postura que tienen en torno al golpe de Estado los pueblos de América Central y los miembros del Grupo de Río.
El dominicano se comprometió a llevar el mensaje y dijo que se esforzará para que el grupo de países emita una resolución rechazando el golpe y pidiendo la restitución de Zelaya, en la misma tónica que la OEA.
Fernández anunció que la próxima semana, además, espera conseguir el respaldo para Zelaya de la Unión Africana y la Liga Árabe, al igual como lo ha hecho la comunidad americana.
En la conferencia de prensa, que fue transmitida en vivo por la televisión dominicana, Fernández presentó a Zelaya como “el legitimo presidente constitucional de Honduras” y destacó el respaldo brindando por la comunidad internacional al mandatario hondureño tras el golpe de Estado.
El gobernante repitió que la comisión de la OEA designada para tratar la vuelta al poder de Zelaya debe tener como único punto en la agenda la fecha de su retorno a Tegucigalpa. “Mantendremos nuestro respaldo incondicional al regreso del presidente Zelaya y sabemos que todo el mundo lo hará”.
También, Fernández agregó que República Dominicana es partidaria, como signatario de la Carta Democrática de la OEA, del concepto de defensa colectiva de la democracia.
“Al defender la democracia en Honduras, se defiende la democracia en República Dominicana y en toda América Latina”, dijo.
Recordó que los pueblos de América reclaman la paz y la convivencia para lograr el desarrollo económico y social que les permitan la creación de oportunidades de empleo y mejores condiciones de educación y salud.
En la rueda estuvieron presente la canciller de Honduras, Patricia Rodas, y los embajadores de los países de la Alianza Bolivariana para América Latina y el Caribe (ALBA); el vicepresidente dominicano Rafael Alburquerque; los secretarios de la Presidencia, César Pina Toribio; Administrativo, Luis Manuel Bonetti, el director de Prensa, Rafael Núñez, y el subsecretario administrativo, Bolívar Tapia Cunillera, entre otros funcionarios.
La canciller del depuesto gobierno de Honduras, Patricia Rodas, informó que la embajadora de ese país en República Dominicana, Nery Magaly Funez, no se presentó a recibir al presidente constitucional Manuel Zelaya, cuando llegó al país como parte de su visita que realiza por el continente.
La diplomática señaló que investigará la actuación de la embajadora en medio de la crisis política que vive su país y “si ella (Funez) ha sido reflejo fiel ante el Gobierno dominicano de la política interna de nuestro presidente Zelaya”.
De demostrarse alguna falta en su ejercicio, “tendremos que tomar medidas”, dijo Rodas, pero aclaró que la administración de Zelaya no tomará “represalias gratuitas”.
Dijo que los embajadores de su país “tienen la obligación de actuar en virtud de la política interna que promueven nuestros gobiernos, nuestros gobernante.
Fernández recibió a Zelaya en el Palacio Nacional con los honores correspondientes a su alta investidura de presidente constitucional de Honduras.
El mandatario dominicano estuvo acompañado por los funcionarios de su gabinete, el alto mando militar y policial, y más de mil empleados del Estado que llenaron las escalinatas frontales de la Casa de gobierno para dar la bienvenida y vitorear al visitante.
“La vuelta de Zelaya al gobierno elegido por el pueblo de Honduras es una cuestión de principios y legitimidad”, proclamó Fernández, minutos después ante los medios de prensa nacionales y extranjeros, junto al depuesto gobernante centroamericano.
Fernández precisó que cualquier negociación que se lleve a cabo con el gobierno de facto hondureño debe hacerse sobre la base de la fijación de una fecha para el retorno a la constitucionalidad y de Zelaya al poder.
Asimismo, reiteró su repudio al golpe de Estado en Honduras y enfatizó que no se puede permitir que se consolide esta situación en Honduras, porque podría producirse en cualquier otro país de América Latina, y advirtió que “nos veríamos expuestos a una situación convulsa y de ingobernabilidad”.
Manuel Zelaya arribó a Santo Domingo el viernes pasado a las 6:30 de la mañana, se hospedó en el Hotel Santo Domingo, y a las 9:00 llegó al Palacio Nacional, donde lo esperaban Fernández y su gabinete.
El presidente de Honduras viajó desde Costa Rica. Vino al país para pedir a su homólogo dominicano que lo represente en la XV Cumbre de Países no Alineados, que se inaugura el próximo miércoles en Egipto, y a la cual Zelaya dijo que había sido invitado. “Entregué un documento al presidente Fernández para que lo lea en mi nombre en la Cumbre de los No Alineados”, reveló.
“Mi visita corresponde a una invitación con el fin de planificar un poco las posiciones de Honduras frente al cónclave de Países No Alineados.
Nosotros teníamos esa misma invitación, pero, lógicamente, por estos problemas que estoy atendiendo en forma inmediata no voy a poder asistir a Egipto”, sostuvo.
Zelaya agregó que aunque no esté presente, Fernández presentará una carta y una posición firme y clara sobre la postura que tienen en torno al golpe de Estado los pueblos de América Central y los miembros del Grupo de Río.
El dominicano se comprometió a llevar el mensaje y dijo que se esforzará para que el grupo de países emita una resolución rechazando el golpe y pidiendo la restitución de Zelaya, en la misma tónica que la OEA.
Fernández anunció que la próxima semana, además, espera conseguir el respaldo para Zelaya de la Unión Africana y la Liga Árabe, al igual como lo ha hecho la comunidad americana.
En la conferencia de prensa, que fue transmitida en vivo por la televisión dominicana, Fernández presentó a Zelaya como “el legitimo presidente constitucional de Honduras” y destacó el respaldo brindando por la comunidad internacional al mandatario hondureño tras el golpe de Estado.
El gobernante repitió que la comisión de la OEA designada para tratar la vuelta al poder de Zelaya debe tener como único punto en la agenda la fecha de su retorno a Tegucigalpa. “Mantendremos nuestro respaldo incondicional al regreso del presidente Zelaya y sabemos que todo el mundo lo hará”.
También, Fernández agregó que República Dominicana es partidaria, como signatario de la Carta Democrática de la OEA, del concepto de defensa colectiva de la democracia.
“Al defender la democracia en Honduras, se defiende la democracia en República Dominicana y en toda América Latina”, dijo.
Recordó que los pueblos de América reclaman la paz y la convivencia para lograr el desarrollo económico y social que les permitan la creación de oportunidades de empleo y mejores condiciones de educación y salud.
En la rueda estuvieron presente la canciller de Honduras, Patricia Rodas, y los embajadores de los países de la Alianza Bolivariana para América Latina y el Caribe (ALBA); el vicepresidente dominicano Rafael Alburquerque; los secretarios de la Presidencia, César Pina Toribio; Administrativo, Luis Manuel Bonetti, el director de Prensa, Rafael Núñez, y el subsecretario administrativo, Bolívar Tapia Cunillera, entre otros funcionarios.
La canciller del depuesto gobierno de Honduras, Patricia Rodas, informó que la embajadora de ese país en República Dominicana, Nery Magaly Funez, no se presentó a recibir al presidente constitucional Manuel Zelaya, cuando llegó al país como parte de su visita que realiza por el continente.
La diplomática señaló que investigará la actuación de la embajadora en medio de la crisis política que vive su país y “si ella (Funez) ha sido reflejo fiel ante el Gobierno dominicano de la política interna de nuestro presidente Zelaya”.
De demostrarse alguna falta en su ejercicio, “tendremos que tomar medidas”, dijo Rodas, pero aclaró que la administración de Zelaya no tomará “represalias gratuitas”.
Dijo que los embajadores de su país “tienen la obligación de actuar en virtud de la política interna que promueven nuestros gobiernos, nuestros gobernante.
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