Johannesburgo.- Alemania, tres veces campeona del mundo, consiguió por cuarta vez el tercer puesto del Mundial al derrotar, como hace 40 años, a Uruguay, que dejó escapar una ventaja de 2-1 en la segunda parte y acabó perdiendo por 3-2, mientras los finalistas, Holanda y España, vivieron la jornada en tensa espera.
Uruguay y Alemania volvían a verse las caras en un partido por el tercer puesto. El 20 de junio de 1970, en Ciudad de México, Alemania había vencido a los uruguayos por 1-0.
En Puerto Elizabeh Alemania partía con la ventaja de ser el equipo con más combates por el tercer puesto. Era la quinta vez que vivía una situación semejante. Además, el balance de enfrentamientos entre las dos escuadras favorecía claramente a los alemanes, que ganaron seis, frente a uno solo de Uruguay y dos empates.
Pese a sumar cinco títulos entre los dos (tres Alemania, dos Uruguay), ambos pusieron desde el primer minuto igual empeño en conquistar el tercer puesto. A un peligroso tiro libre de Diego Forlán en el minuto 7 respondió Arne Friedrich con un cabezazo al larguero en el 10.
El presidente aleman Christian Wulff coloca la medalla de bronce a Philipp Lahm.
Nueve minutos después, Thomas Mueller recogió un rechace de Fernando Muslera a tiro de Bastian Schweinsteiger para marcar, pero Uruguay replicó en el 28 con un tanto de Edinson Cavani, culminando un contragolpe. Bajo la lluvia, el cambio de golpes era continuo.
Diego Forlán exhibió en el 51 su raza de matador con un remate a media volea que clavó el balón a la derecha de Hans Joerg Butt, sustituto del enfermo Manuel Neuer (2-1).
En el 56, Marcell Jansen obtuvo, de cabeza, la igualada (2-2) en una salida mal calculada de Muslera, y en el 82 Sammy Khedira, a la salida de un córner, puso el balón, de cabeza, fuera del alcance del meta uruguayo (2-3).
Diego Forlán alargó el drama hasta el último segundo, cuando estrelló un balón en el larguero.
En Johannesburgo, Holanda y España pisaron el terreno de juego del Soccer City, donde mañana a las 20.30 jugarán el partido más importante de su historia con el anhelo común de proclamarse por vez primera campeones del mundo.
El buen estado de la hierba permitió a los dos equipos evolucionar durante algunos minutos sobre el escenario de la final.
El seleccionador holandés, Bert van Marwijk, aseguró que España, “ha jugado algo mejor” que Holanda, pero recordó que ellos están invictos mientras que los de Vicente del Bosque perdieron un partido, el primero, contra Suiza.
“Si estamos en la final es porque lo merecemos. Nosotros ganamos a Brasil y ellos a Alemania. Ambos hemos demostrado una enorme estabilidad. España hace un fútbol más atractivo que el nuestro, pero ambas selecciones buscan el mismo objetivo, el mismo estilo”, aseguró Van Marwijk.
A continuación de los holandeses, que juegan la final como equipo local teórico, comparecieron sobre el terreno del Soccer City los españoles.
El guardameta Iker Casillas, capitán de la selección española, reconoció que siente “un cosquilleo en el estómago” a 24 horas del partido más importante del “torneo más grande del fútbol”.
El goleador David Villa señaló que la posesión de la pelota será la clave de la victoria, y el seleccionador, Vicente del Bosque, admitió que aunque ha tenido partidos de suma importancia, una final del Campeonato del Mundo es lo máximo que se puede alcanzar. “Es evidente que vamos a jugar un partido que no se juega todos los días”, dijo Del Bosque, que prefería haberlo hecho como jugador.
Uruguay y Alemania volvían a verse las caras en un partido por el tercer puesto. El 20 de junio de 1970, en Ciudad de México, Alemania había vencido a los uruguayos por 1-0.
En Puerto Elizabeh Alemania partía con la ventaja de ser el equipo con más combates por el tercer puesto. Era la quinta vez que vivía una situación semejante. Además, el balance de enfrentamientos entre las dos escuadras favorecía claramente a los alemanes, que ganaron seis, frente a uno solo de Uruguay y dos empates.
Pese a sumar cinco títulos entre los dos (tres Alemania, dos Uruguay), ambos pusieron desde el primer minuto igual empeño en conquistar el tercer puesto. A un peligroso tiro libre de Diego Forlán en el minuto 7 respondió Arne Friedrich con un cabezazo al larguero en el 10.
El presidente aleman Christian Wulff coloca la medalla de bronce a Philipp Lahm.
Nueve minutos después, Thomas Mueller recogió un rechace de Fernando Muslera a tiro de Bastian Schweinsteiger para marcar, pero Uruguay replicó en el 28 con un tanto de Edinson Cavani, culminando un contragolpe. Bajo la lluvia, el cambio de golpes era continuo.
Diego Forlán exhibió en el 51 su raza de matador con un remate a media volea que clavó el balón a la derecha de Hans Joerg Butt, sustituto del enfermo Manuel Neuer (2-1).
En el 56, Marcell Jansen obtuvo, de cabeza, la igualada (2-2) en una salida mal calculada de Muslera, y en el 82 Sammy Khedira, a la salida de un córner, puso el balón, de cabeza, fuera del alcance del meta uruguayo (2-3).
Diego Forlán alargó el drama hasta el último segundo, cuando estrelló un balón en el larguero.
En Johannesburgo, Holanda y España pisaron el terreno de juego del Soccer City, donde mañana a las 20.30 jugarán el partido más importante de su historia con el anhelo común de proclamarse por vez primera campeones del mundo.
El buen estado de la hierba permitió a los dos equipos evolucionar durante algunos minutos sobre el escenario de la final.
El seleccionador holandés, Bert van Marwijk, aseguró que España, “ha jugado algo mejor” que Holanda, pero recordó que ellos están invictos mientras que los de Vicente del Bosque perdieron un partido, el primero, contra Suiza.
“Si estamos en la final es porque lo merecemos. Nosotros ganamos a Brasil y ellos a Alemania. Ambos hemos demostrado una enorme estabilidad. España hace un fútbol más atractivo que el nuestro, pero ambas selecciones buscan el mismo objetivo, el mismo estilo”, aseguró Van Marwijk.
A continuación de los holandeses, que juegan la final como equipo local teórico, comparecieron sobre el terreno del Soccer City los españoles.
El guardameta Iker Casillas, capitán de la selección española, reconoció que siente “un cosquilleo en el estómago” a 24 horas del partido más importante del “torneo más grande del fútbol”.
El goleador David Villa señaló que la posesión de la pelota será la clave de la victoria, y el seleccionador, Vicente del Bosque, admitió que aunque ha tenido partidos de suma importancia, una final del Campeonato del Mundo es lo máximo que se puede alcanzar. “Es evidente que vamos a jugar un partido que no se juega todos los días”, dijo Del Bosque, que prefería haberlo hecho como jugador.
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